miércoles, enero 27, 2010

COMO DETENER LA ANSIEDAD

Cómo trabajar la mente para detener la ansiedad

Las visiones aterradoras pueden ser objeto de ficción popular. En el siglo XIX, Mary Shelley escribió su historia de ciencia ficción Frankenstein, y Bram Stoker escribió Drácula.

Estos clásicos de horror siguen siendo leídos hoy. Películas sobre el muñeco asesino Chucky, la fiera Carrie, y momias vengativas demuestran el mágico poder de la mente humana para crear historias de demonios y entretener a los demás con ellas.

Si no le gusta una película de horror, siempre puede cambiar de canal. Pero ¿cómo escapar de los terrores cuando la película está en su propia mente y en ningún otro lado? Una manera consiste en aprender a reconocer las etapas mágicas del pensamiento parasitario, de forma que usted pueda descubrir los trucos en el espectáculo de magia.

Una vez que usted se asuste con su propio espectáculo de horror fantasioso, habrá ingresado al mundo del pensamiento mágico. Esta es una forma no científica de razonamiento causal que comúnmente comienza en la infancia temprana. Pero puede surgir en cualquier momento después.

Las ansiedades y los miedos parasitarios crecen a partir de la imaginación y la fantasía, salpicados con cierta verosimilitud y verdades parciales. En este capítulo se describen dos importantes técnicas de auto observación que usted puede utilizar para apartarse de su propio pensamiento de temor de ficción. Estas son el ABCDE y los métodos PURRRRS.

Albert Ellis (2000) ideó el método ABCDE para organizar una campaña contra los parásitos mentales. Este método proporciona un marco para analizar un evento activador o de adversidad, sus creencias sobre dicho evento, y sus consecuencias emocionales y conductuales, y luego discutir las creencias erróneas y perjudiciales, tales como las creencias parasitarias. Por lo tanto las cuatro primeras letras del acrónimo en inglés ABCDE significan (A) Adversidad, (B) Creencias, (C) Consecuencias y (D) disputas. La E significa nuevos efectos derivados de la disputa o discusión. La historia de Fred muestra cómo puede utilizar este método para hacer frente a las persistentes ansiedades parasitarias.

Antecedentes

Fred era un viudo de cuarenta y ocho años de edad con dos hijos adultos. Debido a sus éxitos como un inventor, se había retirado temprano con amplios recursos.

Fred tenía fuertes intereses sociales. Después de su retiro dedicó varias horas semanales a realizar trabajo voluntario.

También le daba bastante prioridad a la familia. Cada vez que tenía la oportunidad, pasaba tiempo con sus hijos y sus nietos.

Fred tenía una hermana mayor, Ginger, con gustos caros, pero sin dinero para pagar por ellos.

Gastaba excesivamente. Ella vivía en un barrio exclusivo. Ella tomaba préstamos para comprar gatos exóticos y para financiar otros hábitos de lujo. Ella vivía gastando más de lo que ganaba y usualmente le faltaba dinero. Las compras compulsivas de su hija aumentaban su deuda. Ginger ayudaba a financiar el hábito de su hija. Los costos para corregir el consumo de cocaína de su hijo se sumaban a los problemas financieros de la familia. Su marido solía mantenerse en segundo plano, pero ofrecía consejos sobre cómo hacer para que Fred los sacara del apuro.

Para compensar su déficit de dólares, Ginger era una invitada habitual en un casino. Como la mayoría de los jugadores, sus pérdidas superaban sus ganancias.

Cuando Fred y Ginger eran niños, Ginger era la hermana dominante. Al sacar ventaja de ser la mayor, mandoneaba a Fred. Cuando Fred estaba en la secundaria, si a Ginger no le gustaba alguna de sus novias, la novia era historia. Sin embargo, cuando Ginger no aprobaba la novia de Fred, Fred tomaba una posición y se negaba a dejar a la mujer que amaba.

La vida de Ginger giraba en torno a las crisis financieras. En un momento, ella decía que iba a perder su casa y que ella y su familia se quedarían sin hogar. Fred emitió un cheque para pagar la segunda hipoteca de ella. Luego, la matrícula universitaria de su hija se había retrasado. Ella decía que la sobrina de Fred sería expulsada de la universidad a menos que la cuenta fuese cancelada. Fred escribió el cheque. Entonces, el hijo de ella necesitaba tener un coche para que pudiera repartir pizza. Ella decía que sin el trabajo de reparto, él volvería a usar cocaína. Fred le compró el coche.

Ginger por lo general actuaba tan desesperada que no tenía que pedir dinero directamente. Fred emitía el cheque para evitar seguir recibiendo presiones por parte de ella para rescatarla.

Fred intentaba minimizar el alcance de los problemas de su hermana, sobrina y sobrino diciéndose a sí mismo que a la larga se darían cuenta de lo que estaban haciendo mal. Pero esta esperanza era una ilusión.

La relación de Fred con su hermana no era del todo negativa. A Fred le gustaban muchos aspectos de su relación con Ginger y su familia. Cuando su esposa estaba viva, las dos familias se habían ido de vacaciones juntas. Tenía buenos recuerdos de los hijos de su hermana creciendo, y los cumpleaños y las vacaciones que la familia había compartido juntos. Sus hijos y los hijos de su hermana seguían disfrutando de relaciones positivas. Así que no quería arriesgarse a perder los aspectos positivos de la relación con su hermana. Pero también quería dejar de sentirse tenso al sentirse inútil durante acerca de las demandas financieras de su hermana.

Fred odiaba la confrontación con cualquier hijo. Como era de esperar, se rindió a sus temores de enfrentamiento al permitirse a sí mismo ser manipulado por Ginger. Él racionalizaba esto diciendo que "somos una familia amorosa y debemos compartir".

Sus sentimientos de ansiedad acerca de horribles confrontaciones se vieron complicados por una sensación de atrapamiento, culpa si no sacaba de apuros a su hermana, y resentimiento por las exigencias de su hermana por sus finanzas. Sus propios hijos veían lo que estaba ocurriendo y estaban indignados por el comportamiento de su tía. Pero fueron incapaces de ejercer influencia sobre su padre.

Fred entró a terapia cuando sus ansiedades sobre la confrontación y el resentimiento empezaron a dominar su vida psíquica. Él quería liberarse de la tensión.

Cómo obtener el control desde dentro

Los que pueden controlar los acontecimientos que tienen lugar dentro de sí mismos por lo general tienen mayor capacidad para manejar los eventos que tienen lugar fuera de sí mismos. Fred estaba muy lejos de hacerse cargo de sí mismo, pero podía ver el mérito de esta propuesta.

Las dificultades familiares rara vez son simples. Fred experimentaba muchos conflictos relacionados. Pero también generaba su propio sufrimiento personal debido a lo que él pensaba y creía acerca de sí mismo y de la situación. Esta era un área en la que él podría aprender a hacerse cargo de sí mismo.

Hay muchas maneras de apoyar el objetivo de Fred de hacerse cargo de sí mismo. Podía haber analizado sus antiguas asociaciones con su hermana y su tendencia a manipularlo y controlarlo. Pero él ya tenía una idea clara sobre esta cuestión. También había leído mucho sobre el problema de permitir los malos hábitos de otros. Lamentablemente, esta información sólo aumentó su sentimiento de culpa e impotencia.

Fred veía que su hermana se consideraba con derecho a que él la ayudara y que ella haría todo lo posible para conseguirlo. Al señalar lo que yo llamo las tres E (por sus letras iniciales en inglés): excesos, derecho, y explotación en el comportamiento de su hermana ayudó a Fred a poner en perspectiva lo que ella estaba haciendo. Al mostrarle cómo obraba ella para defender, denegar y desviar (las tres D, por sus letras iniciales en inglés) también ayudó a poner el comportamiento de ella en contexto. Cuando él le cuestionaba sus excesos, ella actuaba a la defensiva, negando y desviando las responsabilidades. Con este análisis, él pudo entender mejor por qué no podía llegar a ella en forma apaciguada.

El principal problema de Fred estaba en él. Él temía un enfrentamiento con su hermana si le negaba el dinero. Temía una pérdida de su relación con ella y sus hijos. El resentimiento se tejía a través de sus otras emociones. Sin embargo, la prioridad de Fred era superar el sentirse preocupado con sus pensamientos ansiosos y tensos.

Cómo utilizar la técnica de ABCDE

La preocupación más apremiante de Fred era su propia ansiedad. Él odiaba sentirse tenso. Reportaba sentirse muy mal por verse a sí mismo como una persona débil por no hacer frente a su hermana. Creía que no podía detener el flujo de tensión. Con estos puntos de vista, parecía un candidato ideal para el método ABCDE. Él se centraría inicialmente en su ansiedad de enfrentamiento con su hermana.

El método ABCDE proporciona una forma de romper un proceso de pensamiento parasitario en un marco organizado para eliminar esta innecesaria forma negativa de pensar. Hay cinco componentes:

1. La A representa una adversidad con el poder de activar una reacción, tales como problemas de salud, pesadillas, un estado de ánimo, pensamientos molestos, una pérdida o un divorcio. Fred reconoció que su adversidad más evidente era el estilo manipulativo de su hermana.

2. B significa la creencia que se tiene sobre dicha adversidad. Las creencias pueden venir en diferentes formas, que van desde negativas y poco realistas a basadas en hechos. En este caso, Fred necesitaba hallar las creencias irracionales que apoyaban su ansiedad parasitaria. Las creencias irracionales pueden ser interpretaciones mágicas, explicaciones falsas, suposiciones erróneas, sobregeneralizaciones y otras formas de razonamiento defectuoso. La creencia de Fred de que no podía soportar su tensión y de que sería abrumado por su hermana nacía de su ansiedad por la confrontación. Fred magnificaba, dramatizaba y generalizaba su miedo por la ira de Ginger. En un mundo parasitario de pensamientos distorsionados, las creencias generadoras de ansiedad representan el interés ensimismado de evitar y escapar de las situaciones que se ven como una amenaza.

3. C representa las consecuencias emocionales y conductuales. Interpretaciones, explicaciones, definiciones, atribución de significados, etc. en relación con lo que se denomina emociones secundarias, o emociones que reflejan problemas en el uso de lenguaje o interpretaciones de la realidad, como la ansiedad parasitaria. Estas emociones secundarias son las consecuencias emocionales, como el miedo, terror o pánico. También puede haber consecuencias conductuales, o reacciones que son inapropiadas para la situación, tales como brotes de agresividad o retirarse y evadir. La ansiedad de confrontación de Fred fue una consecuencia emocional de su actitud negativa auto-desvalorativa en sus interrelaciones con Ginger. Darle dinero todo el tiempo, agotar sus recursos financieros, era una consecuencia conductual.

4. D significa disputar los sistemas de creencias nocivas, examinándolas y cuestionándolas. La primera parte de este proceso de disputa consiste en localizar las creencias perjudiciales en su flujo de conciencia de modo que usted pueda examinarla cuidadosamente. Las fases de ABC establecen el escenario. En la fase de disputa, uno se hace las seis preguntas siguientes: (1) ¿Esa creencia se ajusta a la realidad? Es decir, ¿esa creencia es confirmable a través de la experimentación? ¿Hay evidencia que apoye esa creencia? ¿Es o no es un hecho con base? (2) ¿Dicha creencia apoya el logro de metas e intereses razonables y constructivos? (3) ¿Dicha creencia ayuda a fomentar relaciones positivas? (4) ¿La creencia contradice pensamientos parasitarios? (5) ¿La creencia parece razonable y lógica en el contexto en el que se produce? (6) ¿Dicha creencia es generalmente útil o generalmente perjudicial? Estas seis preguntas proporcionan un marco realista para separar el pensamiento realista del pensamiento dañino o disfuncional. Asimismo, promueven el pensamiento y las conductas de auto-observación.

5. E representa nuevos efectos que resultan de reconocer y contradecir eficazmente los pensamientos parásitos. Una vez identificadas y aclaradas emocionalmente las creencias mágicas parasitarias, se puede crear una perspectiva constructiva alternativa, basada en la verosimilitud, la razón y la experiencia. Si bien este proceso no va a aplazar las emociones normales, tales como la pérdida, el arrepentimiento, la frustración, y las ansiedades y temores realistas, puede ayudar mucho para reducir las tensiones innecesarias que se generan a raíz de las visiones parasitarias. Así, un primer efecto puede ser el de sentirse más en control de sí mismo

Los EFECTOS de analizar y cuestionar:

El proceso ABCDE tiene componentes cognitivos, emocionales y conductuales. La primera parte del proceso aborda los pensamientos ansiosos parasitarios poco lógicos. La fase emotiva incluye generar tolerancia al dedicar tiempo para convertir lo que parece ser un caos emocional interno en una secuencia lógica de la situación, el pensamiento, las emociones y el comportamiento. La fase conductual le ayuda a desactivar las cogniciones emotivas de miedo mediante la planificación y la elaboración de soluciones. Este componente consiste en la aplicación de soluciones que pueden resultar incómodas, sin embargo, este paso puede proporcionar un impulso positivo en cuanto a su tolerancia a la incomodidad. Más importante aún, el proceso de ABCDE ayuda a exteriorizar el pensamiento mágico y proporciona herramientas para hacer que los sentimientos de miedo resulten menos temibles.

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martes, enero 26, 2010

TRASTORNOS DEL SUEÑO

Clasificación de los trastornos del sueño:

1.-Pesadillas.
2.-Terrores nocturnos.
3.-Sonambulismo.
4.-Somniloquio.
5.-Jactatio Cápitis nocturna.
6.-Bruxismo.

1.-Pesadillas.

-Constituyen episodios de sueño con ansiedad y que pueden despertar a la persona.
-Se producen a cualquier edad, aunque su relato es más común en la primera década de la vida.
-Son más frecuentes cuando la persona está preocupada o ansiosa por algo.

Criterios para el diagnóstico.
1.-Despertares repetidos durante el periodo de sueño mayor o en las siestas diurnas, provocados por sueños extremadamente terroríficos y prolongados que dejan recuerdos vividos, y cuyo contenido puede centrarse en amenazas para la propia supervivencia, seguridad o autoestima.
2.-Al despertarse del sueño terrorífico la persona recupera rápidamente el estado vigil.
3.-Provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral ó de otras áreas importante de la actividad del individuo.
4.-No aparecen en el transcurso de otro trastorno mental (Ejm: delirium, trastorno por estrés postraumático) y no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (Ejm. Drogas, o fármacos) ó a una enfermedad médica.

2.-Terrores nocturnos.

El niño se sienta bruscamente en la cama gritando intensamente; se pueden producir toda una serie de vocalizaciones acompañadas de manifestaciones de una ansiedad intensa: sudoración, piloerección y taquicardia. Se pueden producir gestos incoordinados y rápidos, y una fijación de la mirada en algún punto frontal.
Cuando el niño se despierta durante un episodio de terror nocturno, generalmente no suele recordar lo ocurrido
Suelen iniciarse en la edad preescolar, pudiendo ocurrir durante toda la infancia, persistiendo en muy poca ocasiones más allá de la pubertad.

Criterios para el diagnóstico de terrores nocturnos.
1.-Episodios recurrentes de despertares bruscos, que se producen generalmente durante el primer tercio del episodio del sueño mayor y que se inician con un grito de angustia.
2.-Aparición durante el episodio de miedo y signos de activación vegetativa de carácter intenso (taquicardia, taquipnea y sudoración).
3.-En individuo muestra una falta de respuesta a los esfuerzos de los demás por tranquilizarlo.
4.-Existe amnesia del episodio: el individuo no puede describir recuerdo alguno detallado de lo acontecido durante la noche.
5.-Estos episodios provocan malestar clínicamente significativos ó deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
6.-La alteración no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (Ejm drogas o fármacos) o a una enfermedad médica.

3.-Sonambulismo.

El sonámbulo mantiene los ojos abiertos y fijos, siendo capaz de inspeccionar el ambiente evitando de esta forma los objetos encontrados a su paso, aunque existe el riesgo de que se caiga por una escalera o por una ventana, puede llegar a vestirse, abrir las puertas y ventanas, salir de la casa, alimentarse o realizar tareas de higiene personal.

Ocasionalmente, el sujeto puede hablar, aunque su articulación es muy pobre, limitándose a una simple murmuración.
En cuanto a la duración, un episodio de sonambulismo puede ir desde un minuto hasta más de media hora, y su frecuencia puede ser de varios episodios por semana.

Criterios para el diagnóstico de sonambulismo.
1.-Episodios repetidos que implican el acto de levantarse de la cama y andar por las habitaciones en pleno sueño, que tienen lugar generalmente durante el primer tercio del periodo de sueño mayor.
2.- Durante estos episodios, el individuo tiene una mirada fija y perdida, se muestra relativamente arreactivo a los intentos de los demás para establecer el diálogo y sólo puede ser despertado a base de grandes esfuerzos.
3.-Al despertar (tanto en pleno episodio como a la mañana siguiente), el sujeto no recuerda nada de los sucedido.
4.-A los minutos de despertarse del episodio de sonambulismo, el individuo recobra todas sus facultades y no muestra afectación del comportamiento o de las actividades mentales.
5.- Los episodios de sonambulismo provocan malestar clínicamente significativo ó deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
6.-La alteración no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (Ejm: drogas o medicamentos) ó una enfermedad médica.

4.-Somniloquio.

-El somniloquio es el habla o la emisión de sonidos con significado psicológico durante el sueño sin que exista una concepción critica subjetiva del episodio.
-El habla puede ir desde sonidos ininteligibles hasta un pequeño discurso.
-El contenido del discurso suele ser elaborado y afectivo durante el sueño.
-Normalmente el habla tiene una duración de pocos segundos y ocurre esporádicamente.
-Se inician normalmente cuando el niño esta en edad preescolar.

5.-Jactatio Cápitis Nocturna.

Este trastorno consiste en el balanceo rítmico de la cabeza (delante -atrás y hacia los lados), y en algunos casos, de todo el cuerpo)
Los movimientos de la cabeza son los más importantes, considerándose los corporales como secundarios.
Estos movimientos pueden ser regulares e intermitentes y aunque en la mayoría de los casos son suaves, pueden resultar violentos ( golpear la cabeza contra la cama o las paredes) hasta el punto de provocar heridas.
En algunas ocasiones estos movimientos pueden repetirse durante un período largo de tiempo sin que el niño muestre algún tipo de cansancio aparente o que se golpee la cabeza contra un objeto sin llorar.
Ocurre sobre todo en lactantes, especialmente entre los 8 y 24 meses de edad, es raro encontrar en adolescentes.

6.-Bruxismo.

Se caracteriza por una actividad rítmica de los músculos maseteros pterigoideus internos y temporales que provocan una serie de contracciones forzadas de las mandíbulas y una fricción de las superficies dentarias.
Esta fricción si es muy frecuente pude provocar un desgaste de los dientes e incluso alteraciones en la articulación temporo mandibular.
El curso de este trastorno puede ser transitorio o crónico.
Los sujetos que presentan esta alteración suelen presentar cefaleas y somnolencia durante el día.
En algunas ocasiones el paciente que rechina los dientes no tiene conciencia de este comportamiento y muy raras veces se despierta por el ruido producido.
Las quejas de estos niños suelen ser el dolor en las mandíbulas, cansancio en los músculos de la masticación y una extrema sensibilidad en los dientes al despertar por la mañana.

CONSEJOS BASICOS PARA MEJORAR EL SUEÑO

Levantarse a la misma hora todos los días aunque se duerma mal.
Dormir lo necesario, pero no en exceso.
Realizar ejercicio físico regular durante el día.
Procurar que la temperatura de la habitación sea fresca.
No ir a la cama con hambre.
La habitación debe ser tranquila.
No consumir cafeína desde varias horas antes de acostarse.
Evitar el exceso de alcohol.
No obsesionarse por quedarse dormido.
No se debe administrar hipnóticos a niños.
Acudir directamente al especialista cuando exista una sensación subjetiva de alteración del ritmo sueño-vigilia.

Ideas adicionales del psicólogo Luis Venegas:
  • Antes que consumir fármacos, realizar respiraciones profundas diafragmáticas (inhalar y exhalar). Beber infusiones: manzanilla, valeriana, wawasana, tilo, dulces sueños, etc.
  • Si tiene cosas pendientes por arreglar en los días siguientes, anotarlas en un papel para buscarles solución mañana.
  • Estar atento a los mensajes captados a través del sueño, que muchas veces son proyecciones de nuestros pensamientos durante el día.
  • Al perdonar a las personas, en lugar de seguir enfrascado en una batalla de rencor, cólera y desquite, podrás dormir tranquilo.
  • Considerar que el no tener sueño le puede suceder a cualquier persona en cualquier momento, por lo tanto, no alarmarse, desesperarse ni sentirse inadecuado. Aprovechar el momento de insomnio para practicar meditación, poner un video y rescatar el mensaje, ver una película o serie que le puede dar ideas sobre la vida, ordenar algo que haya dejado pendiente (un cajón, archivos, computadora, etc.), leer una lectura interesante que llenará su tiempo, de la cual aprenderá nuevas cosas y que le puede dar ideas para resolver su problema.
  • Salir a la ventana y apreciar las cosas simples de la vida: obsevar las plantas, mirar al cielo, etc.
  • Permenecer echado practicando una posición de comodidad para su columna, en otras palabras, encontrarle alguna utilidad a ese tiempo: cómo esta situación me puede ser útil.
  • Mientras tanto, sonreír y empezar a hacer un recuento de las cosas por las que está agradecido.

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lunes, enero 25, 2010

NO TODO ES BLANCO O NEGRO, TAMBIEN HAY MATICES

"Los prejuicios nos agrupan para identificarnos como iguales... nos creemos dueños de la verdad, los escogidos, los privilegiados... y, por supuesto, pensamos que los demás son los malos, los equivocados"

En ocasiones nos es difícil diferenciar entre lo bueno y lo malo, entre lo correcto y lo incorrecto, entre la verdad y la mentira. Y es tanta la información y los juicios que recibimos de otros a quienes consideramos fiables que, al final, optamos por creer que son verdaderos y terminamos haciéndolos parte de nuestro criterio.

Por ejemplo, si vemos a alguien bien vestido, amable y encantador, pensamos, de inmediato, que es una persona buena; en cambio, si pertenece a un estrato socio económico diferente al nuestro, inmediatamente lo clasificamos como alguien del que debemos cuidarnos, evitando o cortando cualquier tipo de relación.

Los prejuicios nos agrupan para identificarnos como iguales. Cuando compartimos una característica, una condición o una ideología, nos identificamos, es por eso que nos sentimos blancos o indios, ricos o pobres, religiosos o ateos, de izquierda o de derecha, de los de arriba o de los de abajo… Nos creemos dueños de la verdad, los escogidos, los privilegiados, los que van a salvarse y, por supuesto, pensamos que los demás, sin excepción, son los malos o los equivocados.

Pero esta forma de pensamiento y de actuar puede ser muy equivocada, pues no podemos asegurar que en el grupo al cual pertenecemos están todos los buenos y en el resto de los grupos diferentes al nuestro están todos los malos. No debemos generalizar, tampoco encasillarlos ni limitarnos, pues dentro de otros grupos también hay muchas personas integras, buenas, emprendedoras, honestas, optimistas, trabajadoras, con sueños e ideales como los nuestros, que luchan por un país y un mundo mejor, sólo que con dos diferencias: el método o las circunstancias.

Vale la pena que revisemos y nos replanteemos el criterio que usamos para relacionarnos con otras personas, y si nos gusta agruparnos, reunirnos o trabajar en equipo, abramos nuestra mente y olvidémonos de colores, razas, ideologías, situación económica o académica y conformemos un grupo con personas diferentes, pero con ciertas características y valores afines con nosotros, como el grupo de los honestos en vez del de los corruptos, el grupo de los trabajadores en vez de los oportunistas, el grupo de los solidarios en vez de los egoístas, el grupo de la paz en vez del grupo de los violentos… Descubrir y reconocer en otras personas, aun cuando parecieran pertenecer a un bando diferente y opuesto al nuestro, valores, actitudes, principios, ideales y metas comunes, es el paso inicial para lograr la relación y la convivencia que nos impulse a trabajar juntos para tener un mundo mejor.

CLAVES PARA RELACIONARTE MEJOR CON LOS DEMÁS

Sé respetuoso. Acepta que los demás tienen sus propias ideas, conocimientos y capacidades, y aunque creas que eres el mejor, dales la oportunidad de expresarse, participar y hasta equivocarse y crecer por sí mismos.

Reconoce el aporte de los demás. Cuando alguien cercano diga o haga algo positivo, reconócelo inmediatamente. Recuerda que tu palabra puede darle la motivación y el apoyo que necesita para seguir contribuyendo y mejorando.

Muéstrate dispuesto a aprender. Cada día podemos aprender algo nuevo, si estamos abiertos para hacerlo. Cuando creas que ya sabes todo lo que podías aprender, estarás como muerto porque tus días pasarán sin que te intereses en descubrir o experimentar algo nuevo.

"Es importante que aprendamos a escucharnos y a observarnos para ajustar algunas actitudes y expresiones que pudieran entorpecer nuestra relación. De vez en cuando hay que compartir la razón"

La solución

Algunas personas piensan que saben más que los demás, que han acumulado una experiencia que difícilmente los otros tendrán algún día, que siempre será de ellos la última palabra sobre cualquier tema, y que tendrán la razón en cualquier discusión, ignorando o invalidando el punto de vista de los demás. Es muy difícil y estresante mantener una conversación con alguna de estas personas, especialmente si tenemos una relación afectiva con ella, porque entonces se convertirá, usualmente, en una cuestión de honor el tratar de mostrar que, en realidad, nosotros tenemos parte de la razón o que nuestra idea puede ser más acertada en algún momento. De esta forma podría iniciarse una discusión que puede llevarnos a una gran pelea o a tomar la decisión de romper para siempre la relación.

Es importante que aprendamos a escucharnos y a observarnos para ajustar algunas actitudes y expresiones que pudieran entorpecer nuestra relación e intercambio con los demás. De vez en cuando hay que compartir la razón, escuchar en silencio y con atención, evitar imponerse sin permitirle a los demás expresar sus ideas o puntos de vista, dejar que otro asuma la responsabilidad si quiere y puede hacerlo. Esto nos llevará a enriquecer nuestra vida y a disfrutar más del contacto con las otras personas, en especial con nuestros seres queridos.

A veces suponemos que nuestra pareja, intencionalmente, quiere llevarnos la contraria, pero, en realidad, puede estar expresando, simplemente, su opinión, que no siempre debe coincidir con la nuestra.

Antes de dejarte llevar por las emociones y aumentar, con tu comentario y actitud, la gravedad de la situación, piensa que no es personal y busca un mejor momento donde puedan conversar para hallar una solución. Ten presente y acepta que cada uno tiene su punto de vista y no tomes como una ofensa personal su desacuerdo. Para que una relación funcione bien, es necesario compartir la razón de vez en cuando y abrirnos a escuchar el punto de vista de los demás, sin sentirnos atacados u ofendidos, sino más bien con el ánimo de reflexionar. Las diferencias personales pueden aportar mucho a nuestro crecimiento como pareja. Fortalezcan la relación en base al reconocimiento de la afinidad y de las semejanzas y así el amor estará presente para suavizar el roce de sus diferencias personales.

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domingo, enero 24, 2010

12 IDEAS IRRACIONALES QUE CAUSAN NEUROSIS

Hay 12 ejemplos de creencias irracionales que Ellis menciona con frecuencia:

La idea de que existe una tremenda necesidad en los adultos de ser amados por otros significativos en prácticamente cualquier actividad; en vez de concentrarse en su propio respeto personal, o buscando aprobación con fines prácticos, y en amar en vez de ser amados.

La idea de que ciertos actos son feos o perversos, por lo que los demás deben rechazar a las personas que los cometen; en vez de la idea de que ciertos actos son autodefensivos o antisociales, y que las personas que cometan estos actos se comportan de manera estúpida, ignorante o neurótica, y sería mejor que recibieran ayuda. Los comportamientos como estos no hacen que los sujetos que los actúan sean corruptos.

La idea de que es horrible cuando las cosas no son como nos gustaría que fueran; en vez de considerar la idea de que las cosas están muy mal y por tanto deberíamos cambiar o controlar las condiciones adversas de manera que puedan llegar a ser más satisfactorias; y si esto no es posible tendremos que ir aceptando que algunas cosas son así.

La idea de que la miseria humana está causada invariablemente por factores externos y se nos impone por gente y eventos extraños a nosotros; en vez de la idea de que la neurosis es causada en su mayoría por el punto de vista que tomamos con respecto a condiciones desafortunadas.

La idea de que si algo es o podría ser peligroso o aterrador, deberíamos estar tremendamente obsesionados y desaforados con ello; en vez de la idea de que debemos enfrentar de forma franca y directa lo peligroso; y si esto no es posible, aceptar lo inevitable.

La idea de que es más fácil eludir que enfrentar las dificultades de la vida y las responsabilidades personales; en vez de la idea de que eso que llamamos “dejarlo estar” o “dejarlo pasar” es usualmente mucho más duro a largo plazo.

La idea de que necesitamos de forma absoluta otra cosa más grande o más fuerte que nosotros en la que apoyarnos; en vez de la idea de que es mejor asumir los riesgos que contempla el pensar y actuar de forma menos dependiente.

La idea de que siempre debemos ser absolutamente competentes, inteligentes y ambiciosos en todos los aspectos; en vez de la idea de que podríamos haberlo hecho mejor más que necesitar hacerlo siempre bien y aceptarnos como criaturas bastante imperfectas, que tienen limitaciones y falibilidades humanas.

La idea de que si algo nos afectó considerablemente, permanecerá haciéndolo durante toda nuestra vida; en vez de la idea de que podemos aprender de nuestras experiencias pasadas sin estar extremadamente atados o preocupados por ellas.

La idea de que debemos tener un control preciso y perfecto sobre las cosas; en vez de la idea de que el mundo está lleno de probabilidades y cambios, y que aún así, debemos disfrutar de la vida a pesar de estos “inconvenientes”.

La idea de que la felicidad humana puede lograrse a través de la inercia y la inactividad; en vez de la idea de que tendemos a ser felices cuando estamos vitalmente inmersos en actividades dirigidas a la creatividad, o cuando nos embarcamos en proyectos más allá de nosotros o nos damos a los demás.

La idea de que no tenemos control sobre nuestras emociones y que no podemos evitar sentirnos alterados con respecto a las cosas de la vida; en vez de la idea de que poseemos un control real sobre nuestras emociones destructivas si escogemos trabajar en contra de la hipótesis masturbatoria, la cual usualmente fomentamos.

(Extracto de The Essence of Rational Emotive Behavior Therapy de Albert Ellis, Ph D. Revisado, mayo 1994).

Para simplificar, Ellis también menciona las tres creencias irracionales principales:

“Debo ser increíblemente competente, o de lo contrario no valgo nada”.
“Los demás deben considerarme; o son absolutamente estúpidos”.
“El mundo siempre debe proveerme de felicidad, o me moriré”.

El terapeuta utiliza su pericia para argumentar en contra de estas ideas irracionales en la terapia o, incluso mejor, conduce a su paciente a que se haga él mismo estos argumentos. Por ejemplo, el terapeuta podría preguntar…

¿Hay alguna evidencia que sustenten estas creencias?
¿Cuál es la evidencia para enfrentarnos a esta creencia?
¿Qué es lo peor que puede ocurrirle si abandona esta creencia?
¿Y qué es lo mejor que puede sucederle?

Además de la argumentación, el terapeuta de Terapia Racional Emotiva Conductual se asiste de cualquier otra técnica que ayude al paciente a cambiar sus creencias. Se podría usar terapia de grupo, refuerzo positivo incondicional, proveer de actividades de riesgo-recompensa, entrenamiento en asertividad, entrenamiento en empatía, quizás utilizando técnicas de rol-playing para lograrlo, impulsar el auto-control a través de técnicas de modificación de conducta, desensibilización sistemática y así sucesivamente.

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sábado, enero 23, 2010

CONSEJOS PARA MEJORAR TU RELACION DE PAREJA

Este artículo de autoayuda está dirigido a mujeres que desearían hacer
una terapia de pareja, pero sus parejas no quieren oir hablar de un psicólogo.


Las personas son lo que son, no lo que a nosotros nos gustaría que fueran. Acéptalo de una vez. A lo mejor él no querrá asistir a ninguna terapia, ni leer ese libro que a ti te pareció tan interesante y que crees os podría ayudar en vuestra relación de pareja, quizás no va a reconocer que tiene un problema, y mucho menos intentar un cambio. Probablemente no es que no quiera, todo el mundo quiere ser feliz y sentirse amado. Quizás no sepa hacerlo mejor, no crea que puede hacerse mejor o no esté preparado para tomar decisiones o intentar un cambio.

¿Prefieres tener razón a ser feliz? Ya sabemos que una pareja es cosa de dos. Qué él podría tomar también la iniciativa y tratarte mejor. Todo eso es cierto, también lo es que sólo puedes cambiar aquellas cosas que dependen de ti.

Si estás dispuesta a no quedarte de brazos cruzados, esperando a que la vida, el tiempo, la suerte o los demás te resuelvan la vida, haz algo ya.

RECUERDA:

1.- Si tú no estás bien, nada lo estará.

La dedicación y falta de tiempo por el trabajo, el niño, la casa, las discusiones, etc. es objetivo. Tu actitud hacia esa circunstancia y todo lo que piensas y sientes es subjetivo, y ahí puedes intervenir desde ahora mismo.

Tienes que estar bien contigo misma, serenarte, despojarte de los sentimientos de culpa, ser capaz de recuperar tu independencia emocional y perder el miedo a estar sola contigo misma. Tienes que desear estar con él, pero no necesitar estar con él. Tienes que perder el miedo a perderlo.

“Quizás os parezca raro pero el primer paso está en comprender lo que sucede en vuestra relación y la única manera de conseguirlo es mirando dentro de vosotros mismos.
Si tenéis el valor de permanecer solos con vosotros mismos, os daréis cuenta que cada día seréis más fuertes para abordar vuestros problemas, de esta forma os sentiréis libres y capaces de pasar a la acción.
Una vez superado el miedo a la soledad, abandonareis todo resentimiento hacia el otro, porque seréis independientes. Apenas lo hagáis, os daréis cuenta que la infelicidad y la insatisfacción que sentíais desaparecen.
Probad y experimentad el perdón, intentad dar más bien que esperar a recibir, tened paciencia y sed constantes, y os sorprenderéis transformados. ¡Mejoraréis!

(Paloma Gascón. Psicoterapeuta.)

2.- Demuéstrale que estás de su lado, SIEMPRE...

Tenéis que pasar progresivamente del miedo a la confianza. No “voy a hacer esto o aquello para que no se enfade”, sino porque “verle feliz me compensa y me hace feliz a mí también”.

Tenéis que recuperar la confianza en el otro, la confianza de que me quiere aun sin ser perfecta/o, elige cada día estar conmigo libre y voluntariamente, puedo mantener su amor a pesar de que no estemos de acuerdo en todo.

La bronca termina siendo un mecanismo de defensa mediante el cual consigo controlar al otro, ya que por las buenas parece no dar resultado. La bronca lleva al miedo, y el miedo a medio-largo plazo al deterioro de la relación, ya que nos sentimos tensos, humillados, manipulados, etc.

Para recuperar la confianza necesitamos sentir que se pone en mi lugar, que está de mi parte, que no es mi enemigo/a sino la persona que me quiere, que tiene en cuenta mis necesidades y deseos tanto como los suyos propios.

Volvemos a la idea primera. TIENES QUE ESTAR A BIEN CONTIGO para no necesitar demostrar nada, ni justificarte por nada. Si no, lo que sucede es que nuestro comportamiento se centra en intentar que el otro se ponga en nuestro lugar y que nos dé la razón.

Que nos den la razón cuando nosotros no nos ponemos en el lugar de las otras personas es difícil, porque el otro siente lo mismo que tú, quiere que le comprendan y le den la razón, alguno tiene que empezar, ¿por qué no reconocer que los dos tenemos razón?

PARA GENERAR CONFIANZA:

• Pilla haciendo algo agradable a tu pareja (Ej.: Te ayuda recogiendo la mesa, se ocupa del niño, llega de buen humor, etc.) y reconóceselo con un beso, una sonrisa o una palabra amable. Que se dé cuenta de que te gusta, no te quedes pensando “qué mosca le abra picado”, “algo querrá”,... y pongas mala cara o te quedes indiferente. A todas las personas nos gusta gustar, si se da cuenta de que así lo consigue tienes más posibilidades de que repita esas conductas agradables.

Importante: NUNCA se te ocurra aprovechar que hace algo bueno para echarle la charla o intentar solucionar conflictos de otro tipo, Ej.: “si fueses así siempre que bien nos iría”, “ves como cuando quieres puedes resultar adorable”, etc.

• Cuando tengas que dar tu opinión, primero le escuchas atentamente y luego le dices:

“ENTIENDO QUE...” (Demuestras que has comprendido su idea, muestras empatía y, si es posible los puntos de acuerdo con su postura)

“TAMBIÉN ES CIERTO QUE...” (Procura no usar un PERO... porque parece que lo anterior no vale. Das tu opinión o argumentas con hechos otro punto de vista distinto al escuchado. Si vas a dar tu opinión subjetiva, utiliza mensajes “YO”, habla por ti, y no te metas en descalificaciones hacia los demás)

“POR LO TANTO SUGIERO... O ¿QUÉ PODRÍAMOS HACER?...” (Propones un cambio que satisfaga a ambas partes)

Importante: Recuerda que son 3 pasos y por ese orden, y que SIEMPRE tienes que empezar por demostrarle que te pones en su lugar y que respetas su punto de vista con un entiendo que... antes de dar tu opinión o de pedir algo. Trata de abrir el diálogo y la negociación en lugar de cerrarla con ataques personales, exigencias, malos modos, gestos de impaciencia, etc.

Ejemplos:

- (Ej.: Te propone un plan que no te apetece demasiado)

Entiendo que quieras quedar con tu hermano para no perder el contacto. Yo comparto tu misma opinión sobre su mujer, así que qué te parece si vemos la forma de no dedicarle todo el día a esa visita.

EVITA DECIR COSAS COMO: Sabes que no soporto a fulanita, y tu hermano me parece un... por consentirla... Creía que a ti tampoco te gustaba..., la verdad es que no te entiendo (es decir terminas metiéndote o con la persona que es de su agrado o con él mismo, o pones obstáculos para permitir ese encuentro.

Entiendo perfectamente que te apetezca pasar unos días con... También es cierto que hemos tenido una semana muy complicada y apenas hemos podido pasar un rato a gusto los 3 juntos (refiriéndote al niño). Para mí es importante que reservemos algo de tiempo para estar nosotros solos juntos en familia, seguro que si pensamos con calma en una solución para hacer ambas cosas la encontraremos (abrir el abanico de alternativas, no se trata de ahora o nunca, de todo o nada, podemos reservarnos un fin de semana distinto o un puente, una mañana o una tarde, negociar.)

EVITA DECIR COSAS COMO: “Y nosotros cuándo, a ver si te enteras de una vez que tu familia somos nosotros. Eres un cobarde, no sabes nunca decir que no a los demás y siempre nos sacrificas a nosotros”.

- (Ej.: No colabora en las tarea domésticas porque dice estar cansado)

Entiendo que tienes poco tiempo para ti con tanto trabajo, (también es cierto) a mí me pasa lo mismo (mensaje yo), entre la casa y el niño estoy un poco agobiada. ¿Qué te parece si recogemos esto rápidamente entre los dos y nos tumbamos un poquito en el sillón a ver la película? Dicen que es muy buena. (sugerencia)

EVITA DECIR COSAS COMO: “A ver si te crees que yo no estoy cansada, si te agobia la casa y llevas 5 minutos, imagínate yo que paso toda la tarde aquí con el crío, qué egoísta eres”.

- (Ej.: Se queja de cenar varias veces lo mismo)

Entiendo que te aburras de comer una cosa, a mí también me pasa, quizás podrías darme alguna idea para variar el menú. Con el tiempo que tengo tiene que ser algo fácil de hacer.

EVITA: Picarte. No escuches lo que no se te ha dicho, no te precipites sacando conclusiones o haciendo interpretaciones negativas de las palabras del otro. Céntrate en el tema y no personalices cualquier comentario que se te haga. No estés a la defensiva, no tienes que defenderte de nada y si así fuera que sean más explícitos contigo.

• Sé cariñosa y demuéstrale tu afecto habitualmente, incluso cuando no estéis de buenas. Utiliza muchos te quiero y el contacto físico (besos, abrazos, sonrisas). Que tu gesto sea agradable, destierra el “morro choto”, los gestos desairados, las voces.

Tú misma mejorarás con el cambio. Williams James (un prestigioso psicólogo) decía: ¿estamos tristes porque lloramos o lloramos porque estamos tristes? El cambio físico influye en nuestro cambio mental y a la inversa.

RECUERDA: No le regañes. Utiliza una forma positiva de expresión, habla de lo que deseas y no de lo que quieres evitar.

Ejemplo, se puede decir:

- Ya era hora que llegaras a casa, o
- Cuanto me alegra que ya hayas llegado a casa, tenía ganas de verte.

(Si quería decir lo primero, ¿por qué digo lo segundo? Estoy deseando verle y consigo nada más llegar montarla para que nos enfademos y nos demos la espalda en la cama)

Si estás enfadada por algo que ha hecho recuérdale que tu enfado no pone en peligro tu amor hacia él. A veces es bueno antes de hacer una crítica comenzar por un halago, y si puedes terminar con otro mejor (Ej.: Te quiero mucho y si algo no deseo es que discutamos más por problemas domésticos. Siento no estar de acuerdo con lo que me propones, mi opinión es que... / Otro Ejemplo: Me pareces un buen padre. Creo que en este caso, no estás teniendo suficiente paciencia para...)

Deja de estar enfadada todo el rato, eso se consigue:
- No creyéndote mejor que los demás (cada vez que le culpas tan duramente por algo es porque se te olvida que también tú tienes defectos),
- Evitando los “campos de minas” (aquellos asuntos con los que eres especialmente susceptible),
- No provocando la ira de los demás (pinchando y señalando sus defectos, a veces gratuitamente),
- No sobrecargándote de trabajo o de responsabilidad más de lo estrictamente necesario. El estrés produce irritabilidad (seguro que puedes reducir la carga que te auto impones, ¿qué más da si hoy no paso el aspirador y me tumbo un rato a descansar?, mímate más)

• No seas tan perfeccionista, y deja de criticarle. Es sólo un ser humano tan imperfecto como tú. No estés corrigiéndole continuamente por cosas nimias. (Ej.: Te has dejado la leche fuera de la nevera, te ha quedado la camisa un poco arrugada, vaya pelos que te has dejado hoy, anda que me has dado un beso al llegar, etc.)

• Deja de competir. Los dos estáis en el mismo equipo. ¿Por qué tienes que demostrarle que eres más lista, más intuitiva, más rápida, que sufres más, que cocinas mejor, qué pones más de tu parte, etc.? ¿Tan insegura te sientes que tienes que ir demostrando lo que vales montando y ganando batallas? No conseguirás así su aprecio y valoración, lo que conseguirás es que se resienta, se sienta atacado, humillado y contraataque.

EVITA FRASES DEL TIPO: “Todavía vas por ahí, a mí me ha dado tiempo a...”, “Que poco ojo tienes para las personas, ya te dije yo que...”, “¿Ya estás cansado? ... llevo yo desde está mañana...”.

Si es él el que compite, deja que sea para él una necesidad, no entres al trapo. En el fondo lo que está pidiendo a gritos es amor y reconocimiento, dejará de hacerlo en cuanto mejore su autoestima y/o no se sienta amenazado. No te inmutes, puedes reconocerle su virtud sin menospreciarte tú. La clave está en no comparar ni compararse con los demás. Frases como: “cada uno tiene sus virtudes” o “reconozco tus virtudes, por eso te quiero” puede ser suficiente, si la cosa se pone fea, puedes añadir.. “¿Puedes hablar de ti sin hablar de mí por favor?”

• Dale un voto de confianza. Si hay algo que no entiendas, simplemente PREGUNTA POR QUÉ SIN PONERTE A LA DEFENSIVA, evitarás muchas discusiones y meteduras de pata por ser malpensada. Las personas solemos tener un motivo más o menos razonable para hacer lo que hacemos. Escucha lo que tiene que decir.


Ejemplo:

- Llega tarde a casa... ¿ha sucedido algo?/ en lugar de “bonitas horas de llegar a casa”
- Llega de mal humor... ¿has tenido un mal día?/ En lugar de “eres insoportable”.
- Se pone a la defensiva... ¿he dicho algo que te haya molestado?/ En lugar de “a ti no hay quien te hable, cómo te pones por nada”.
- Grita al niño... ¿qué ha pasado?/ En lugar de “para un rato que le ves le estás gritando”.

3.- Si está el ambiente muy tenso por su parte o por la tuya... aplaza la conversación para otro momento. Las cosas no son ahora o nunca.

Ej.: “Ahora estamos muy alterados y nos podríamos decir cosas de las que luego nos arrepintiéramos, por favor dejemos esta conversación para más tarde, ¿qué tal mañana después de acostar al niño? Seguro que mañana, más tranquilos, vemos todo este asunto de otra manera. No tenemos que llegar a un acuerdo de forma inmediata, tenemos tiempo”

A veces, si la alterada eres tú, puede bastar con que controles tu impulsividad, ¿cómo? Desaparece por un rato de la escena, vete al servicio, a otra habitación, a la calle con cualquier excusa, deja que tu adrenalina vuelva a los niveles normales y elige qué quieres hacer, cómo quieres actuar.

Respira profundamente y destensa tus músculos, piensa en amor, en abundancia, en que todo tiene una salida, en el fin positivo de las cosas (de todo se aprende, hay cosas que llevan su tiempo, etc.). Se trata de encontrarte a ti misma y conectar con tus deseos, y no de reaccionar a lo loco y a la defensiva, alejándote del fin último y bueno de tus deseos (ser felices, amarnos, ayudarnos, entendernos, resolver dificultades, permanecer unidos, etc.)

4.- Perdónate. No te culpes si no logras estar encantadora todo el tiempo.

La gente perfecta es repelente. Si fueras una santa estarías en los altares y no en el salón de tu casa. Perdónate, sé tan buena contigo misma como tú eres con quienes más quieres. Sé tu mejor amiga y date consuelo cuando te sientas triste o avergonzada por algo que hayas hecho o dicho. Piensa cómo podrías haberlo hecho mejor y qué has aprendido de esta situación. Paga una sola vez por tus errores. No te engañes, martirizarte por ello no te hace mejor persona, no soluciona el problema ni es un consuelo para la persona que hemos afectado. Es sencillamente un sufrimiento inútil.

Existe un truco para cuando metemos la pata, rebobinar. Siempre puedes decir: “¡qué mal ha sonado eso que he dicho! Rebobino, como si no te hubiese dicho nada ¿vale?” Y empiezas de nuevo. También puedes decir, “creo que no voy bien, empiezo de nuevo”, e imaginariamente pasar la cinta hacia atrás. Vuelves a colgarte el bolso, el abrigo, sales por la puerta y entras de nuevo como si fuese la primera vez que lo haces (si eso fue lo que ocurrió inmediatamente antes de meter la pata.

El sentido del humor es muy importante para quitarle hierro al asunto, y liberar tensiones.

Discúlpate pero no te pases pidiendo perdón o convencerás al otro de que lo que has hecho es terrible. Un “no siempre conseguimos estar a la altura de las circunstancias, he metido la pata lo siento”, o “aunque mi intención era buena, no lo he sabido hacer, lo lamento”, es suficiente.

EVITA DECIR COSAS COMO: soy un desastre, no hago más que amargarte la vida, nunca aprenderé, no se como me aguantas, etc., ni te beneficia a ti ni es un consuelo para los demás.

Si metes la pata, y no sabes como sacarla, siempre puedes hacer algo para no empeorar más las cosa, dejar de meterla. Agacha las orejas y déjalo correr, no trates de justificarte más. Un “quizás me he precipitado” (reconociendo el error) y no volver a sacar el tema puede ser suficiente. Ya se olvidará, pero desde luego será más difícil si no dejas el tema en paz.

5.- Apóyate en lo que sí va bien.

A veces mostramos un sesgo perceptivo importante al valorar lo que nos sucede. Es como si nos pudiéramos unas gafas con cristales de un color y a partir de ahí toda nuestra realidad se tornara de ese mismo color.

No es cierto que todo vaya de mal en peor. Piensa en aquello que sí funciona y recuérdaselo para que él también lo vea y se sienta menos frustrado y más animado para resolver las diferencias.

Ej.: Puede ser un mal amo de casa, pero jugar mucho con el niño. Puede ser un poco muermo pero muy trabajador, podéis discutir mucho pero también quereros con locura, podéis tener poco dinero pero reíros mucho juntos.

6.- No bloques las negociaciones más de lo que están.

En lugar de tratar el tema de forma dicotómica (blanco o negro) trata de encontrar soluciones “grises” abriendo el abanico de alternativas sobre las cuales negociar. Ej.: No es “sí” o “no” compramos un equipo de música. Podemos negociar precio, momento de comprarlo, formas alternativas de escuchar música (a través del ordenador, portátil,...), etc.

A veces, cuando no estamos de acuerdo en algo, nos atrincheramos en nuestras posiciones y creemos que llegar a acuerdos es cada vez más difícil por no decir imposible.

Para poder avanzar en cualquier intento de acuerdo o negociación, llegados a un punto de no avance, debemos apoyarnos en lo que sí estamos de acuerdo para sentir que no estamos tan alejados y que podemos seguir avanzando. Hazle ver que estáis de acuerdo en lo básico.

Ej.: Tú quieres una cosa para el niño y él otra, relativa a cuidados, educación, etc. Decir: “Los dos estamos de acuerdo en una cosa, buscamos lo mejor para el niño, ¿verdad?”.

Ej.: Él quiere pasar el fin de semana de una manera y tú de otra. Decir: “Al menos estamos de acuerdo en que no nos apetece quedarnos en casa, bueno ya es algo”.

Encontrar por fin un “SÍ” después de tanto “NO”, hace que sea más fácil seguir dialogando, y encontrar otro “SÍ” más adelante.

Tomamos inercia con nuestras respuestas, consigue muchos “SIES” seguidos hablando de aquello en lo que sí estáis de acuerdo.

6.- Trata de no obsesionarte por lo de siempre.

¿Qué es lo de siempre? Su madre, su trabajo, las tareas domésticas. A cada uno le da por una cosa. Cuidado con las obsesiones, sólo conseguirás sacar las cosas de quicio y hacer el problema más gordo.

Quien busca, encuentra. Saca ese asunto de tu vida. No lo nombres, no lo menciones, no hables de ello. Sólo dejará de ser un problema cuando dejes de darle protagonismo en tu relación de pareja.

Si es una cuestión de tomar decisiones, tómalas y actúa en consecuencia, pero deja de “marear la perdiz”.

¿Por qué sacamos una y otra vez cosas como lo mal que me sentó lo que hiciste el día tal...? (Lo que me dolió un comentario, un gesto, una acción), ¿hasta cuando lo vas a estar recordando y culpabilizando o haciéndole sentir mal por aquello? Ya va siendo hora de que olvides. Recuerda: Nosotros damos permiso a las personas para que nos puedan hacer daño, reviviendo malos recuerdos me golpeo una y otra vez, sacando punta a lo de siempre, me golpeo una y otra vez. ¡Basta ya!

7.- No dediques toda tu energía en preocuparte por tu relación de pareja.

No le dediques toda tu energía ni todo tu tiempo a darle vueltas al asunto. Recuerda el primer consejo. Si tú no estás bien, nada lo estará.

Pensamos con más claridad cuando tomamos distancia de nuestros problemas. Tomamos distancia cuando diversificamos nuestra atención, nos olvidamos por un rato del asunto y podemos volver a ello viéndolo desde otro punto de vista, con otro ánimo, con otras experiencias.
Cuídate mucho, date caprichos (los hay muy baratos: oír música, darte un baño, comprarte un libro, quedar con una amiga, etc.)

Refuerza tu autoestima, haz cosas (dentro de tus posibilidades) que te permitan sentirte mejor contigo misma y que no tengan nada que ver con él. Puede ser tan sencillo como hacer una nueva receta de cocina, ir a la peluquería, apuntarte a un curso, conversar amigablemente con alguien desconocido, cuidar tu dieta, hacer ejercicio, etc. Se trata de aprender alguna habilidad nueva, ponernos pequeñas metas o simplemente disfrutar de cosas sencillas.

No seas catastrofista pensando todo lo que va mal y lo que podría ir aún peor. Se positiva, disfruta de lo que la vida te ofrece, de lo que sí va bien, de lo que aún puede ir mejor. Cambiará tu estado de ánimo, la importancia que le das a las cosas, tu actitud ante las dificultades.

Primera y última regla: QUIÉRETE.
Primer y último objetivo: SÉ FELIZ.
Primera y última obligación: CUÍDATE.
Primer y último derecho: RESPÉTATE.

Hasta la religión, que (siendo o no creyente) ha calado en nuestra cultura y nuestra educación y que tanto nos habla de pecados, tiene entre sus premisas “amarás al prójimo como a ti mismo”. Comienza por ti para saber cual es la medida en la que puedes amarle a él.

¡SUERTE!.

Por: Mª del Carmen Camacho Gil
Psicóloga

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viernes, enero 22, 2010

¿QUE BUSCAS EN UNA RELACION?

Aunque no nos damos cuenta, hombres y mujeres buscamos algo distinto en una relación, y por desconocimiento y con la mejor voluntad damos a nuestra pareja lo que nosotros deseamos recibir de ella, no lo que ella necesita, y ella a su vez nos da también lo que desea.

¿Cuáles son las diferencias?

Ambos queremos que nos quieran en todos los aspectos del amor, pero tenemos unas prioridades diferentes que, si no son satisfechas no somos capaces de saber apreciar las otras menos prioritarias.

El hombre desea recibir:

Confianza
Aceptación
Aprecio
Aprobación
Animo
Admiración

La mujer desea recibir:

Cariño
Comprensión
Respeto
Valoración
Seguridad
Devoción

Hombre ¿quieres tener feliz a tu pareja?

Tu mujer necesita cariño, así que muestra interés por sus sentimientos y por su bienestar y ella se sentirá querida y atendida. Ella se sentirá especial y de forma natural empezará a confiar en ti.
Necesita de ti una actitud comprensiva. ¿Cómo se hace? Pues escucha el sentimiento que te está expresando y esfuérzate por valorar lo que te dice. Estate seguro de que si tu mujer se siente comprendida te aceptará tal como eres.
Muestra respeto y ten en cuenta lo que ella piensa y siente. Si por ejemplo le regalas flores, recuerdas los aniversarios, tienes detalles, ella se sentirá feliz porque tú quieres cubrir sus necesidades y deseos y estará deseosa de mostrarte su aprecio.
Y no has de olvidar darle seguridad en que la quieres, la comprendes y respetas, una y otra vez a tu mujer, ya que si no haces, sin querer estarás saboteando la relación. Recibirás a cambio una actitud animosa por parte de tu mujer que te dará esperanza y valor, al darte confianza en tus capacidades y en tu manera de ser.
Si te sientes orgulloso de apoyarla y satisfacerla y das más importancia a los sentimientos de ella que a tus intereses (trabajo, estudio, ocio, etc.) le muestras tu devoción por ella. Recibirás de ella su mirada de admiración, alegría y aprobación complacida.

Mujer ¿quieres hacer feliz a tu pareja?

Tu hombre necesita confianza. Muéstrate abierta y receptiva y él sentirá que confías en él. Confía en que hace todo lo que puede y que desea lo mejor para ti, entonces él se mostrará más cariñoso contigo y atento a tus sentimientos.
Necesita tu aceptación, que lo recibas con amor y no intentes cambiarlo. Eso no quiere decir que tú creas que es perfecto, sino que lo aceptas tal como es. Entonces él estará más atento a tus sentimientos y será más comprensivo contigo.
Cuando te muestras feliz y reconocida por los esfuerzos que ha hecho tu hombre, el se siente apreciado. Al sentir satisfecha su necesidad de aprecio, adquiere fuerza y se siente motivado para respetar más a su mujer.
Cuando tu hombre recibe tu ánimo, le es fácil ser el mejor posible, y tú te sentirás más segura a su lado.
Muestras tu admiración cuando te quedas maravillada con sus características, su forma de ser única, que puede ser su fuerza, su honradez, su inteligencia y sentido del humor, su amabilidad, su comprensión. El hombre necesita ser el héroe de su dama, y cuando se siente admirado le es muy fácil sentir devoción por su mujer.

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jueves, enero 21, 2010

ETAPAS EN LA RELACION DE PAREJA

Para tener una buena relación de pareja, hay que tener en cuenta varios puntos:

Como bien sabemos, somos seres individuales y cada uno de nosotros tenemos nuestro pasado, nuestras costumbres, familia, recuerdos, amigos, manías… Cuando el amor llama a nuestra puerta parece que no somos capaces de ver que nuestro ser amado tiene no solo virtudes, sino también defectos, ya que todos somos seres humanos, y muchas veces cuando el tiempo pasa parece que nos sorprenden esas manías que parece que han surgido de la nada, pero no es así, ya estaban ahí, lo que ocurre es que el amor no dejaba verlas. Cuanto antes asimilemos estos pequeños detalles, mejor será para nosotros. Este mismo trabajo tiene nuestra pareja. Pero no hay que asustarse porque normalmente son pequeñas cosas que se pueden resolver con facilidad.

Las parejas pueden formarse respondiendo a distintos tipos de motivación y en diferentes etapas de la vida de las personas. Aunque hay diversos modos y criterios para emparejarse, actualmente una gran mayoría de las personas que se unen, tiene como motivación fundamental el amor (el enamoramiento) y un proyecto de vida en común. De modo general, se puede establecer el ciclo de vida de una pareja basada en el enamoramiento, en las siguientes etapas:

EL FLECHAZO O ATRACCIÓN.
Es un instante de deslumbramiento, el momento en el que se produce el chispazo, se descubre “la química”. Nuestra imaginación vuela y no necesariamente coincide con la realidad. Es el momento del imán, la atracción inexplicable hacia el otro, ese “no-sé-qué” que nos gusta.

ENAMORAMIENTO.
Es la etapa de la pasión amorosa. Dura más que la etapa anterior (aproximadamente 6 meses). Es una fuente de energía e intimidad. Nos vamos conociendo, pasamos mucho tiempo juntos, fluctúan ilusiones y desilusiones, justamente a raíz del proceso de irnos conociendo y saber cómo es el otro de verdad.

FORMACIÓN DE ESTABILIDAD.
Se descubren las posibilidades y límites de la relación, aprendemos a compartir y a conocer a quien nos acompaña. Es una etapa difícil, de adaptación mutua, en la cual el proyecto es consolidar el “nosotros” y aprender a crecer de a dos.
Por otro lado, la relación sexual se va estabilizando y muchas veces disminuye un poco en frecuencia, pero no necesariamente en intensidad. El grado de intimidad se incrementa por el aumento de la confianza y el conocimiento mutuos.

AFIRMACIÓN.
En esta etapa se produce el aprendizaje de la convivencia. Hay que aprender a negociar, a compartir roles, a aceptar las diferencias, a resolver las dificultades y conflictos. Se produce también una lucha por el poder, peleamos a ver quién tiene la razón, quién se somete y quién es sometido.
Es el momento de la formación de la familia, con la llegada de los hijos, genera un cambio (la primera crisis vital importante y universal). Ahora, hay que adaptarse a los nuevos roles parentales. La sexualidad se condiciona a la presencia de los hijos. Los niveles de expresividad sexual deben cambiar para adaptarse a la nueva situación.

LA MITAD DE LA VIDA.
Se produce aprox. entre los 35 y los 50 años de vida de las personas. En esta etapa nos encontramos en medio de la crisis de pareja con nuestras crisis personales relacionadas e interactuando con las de nuestros hijos, nuestros padres.
Es una etapa difícil, de replanteos y de balances personales y conyugales. Solemos pensar qué proyectos cumplimos y cuáles no. Desde el punto de vista sexual hay rutinas, muchas veces falta de comunicación y en ocasiones no encontramos en el otro la posible satisfacción de nuestras cambiantes necesidades. Se necesita fortalecer la autoestima y puede buscarse fuera de la pareja lo que no se encuentra en ella. Es por esto que en esta etapa es cuando se producen en general los mayores índices de infidelidad. Si no prestamos suficiente atención a la satisfacción de necesidades mutuas, puede ser una fase dolorosa.

MADUREZ Y VEJEZ.
En este momento, los hijos ya son grandes, se van de la casa y los integrantes de la pareja se quedan nuevamente solos. Se produce en este momento otra de las grandes crisis evolutivas universales en la pareja.
¿Qué sucede con la intimidad, la sexualidad y el amor? Pueden producirse dos situaciones extremas. En una, se genera un reencuentro: los integrantes de la pareja nos volvemos a encontrar (“volvemos a ser novios”) y si está todo bien, nos re-elegimos, nos conquistamos nuevamente y re-vivimos juntos situaciones de plenitud (irse de viaje, compartir paseos, estar solos de nuevo), con un resurgimiento sexual que puede ser tanto genital como afectivo. También si nos lo permitimos, hay una liberación en el goce de la sexualidad porque ya no existen barreras como la posibilidad de un embarazo, ni la presencia de otras personas (ej; los hijos) que inhiben la expresividad sexual.
En el segundo caso, puede suceder que se hayan producido crisis accidentales o de cualquier otro tipo y los miembros de la pareja se sienten como dos extraños. No se reconocen ni encuentran de dónde sostenerse para mantener la relación y entonces puede producirse la ruptura.
Cada pareja es un mundo. pasan cosas distintas, en momentos diferentes, pero en algunos casos hay coincidencias y situaciones más o menos universales. La clave está en reconocerlas y aceptarlas para cambiar aquellas que podemos y convivir lo más pacífica y serenamente con las que no pueden modificarse.

En suma, las relaciones de pareja suelen comenzar como historias maravillosas en las que todo parece ser color de rosa, pero con el tiempo la rutina y las pequeñas dificultades diarias pueden deteriorar esa unión si no se las maneja adecuadamente.

A continuación, algunos breves consejos para mantener una adecuada relación de pareja:

* Las decisiones de pareja se toman por los miembros de la pareja.
* El tema de compartir también es algo que se debe llevar hasta último término, es decir, debemos aprender a compartir las cosas de este modo si en nuestra vida aparecen problemas o algún tipo de crisis, será mucho más fácil resolverlo entre los dos que uno solo.
* La comunicación es algo muy importante y suele ser una de las primeras cosas que falla, si mantenemos una comunicación fluida con nuestra pareja todo será mucho más fácil. Si te enfadas con tu compañero será más fácil que le digas abiertamente qué es lo que te ha molestado a que esperes a ver si descubre qué te ocurre, ya que probablemente no acertará nunca.
* Respetar la individualidad de cada uno, comparte, pero pon límites para poder tener una autonomía y dependencia, es decir, ser uno en cuestión de pareja pero sin olvidar que está formada por dos seres individuales que tienen necesidades.

Finalmente,

“Buscar amistad, sinceridad, integridad, calidez, simpatía, valor, ternura, inteligencia, intereses comunes y compañerismo, es fundamental para desarrollar la intimidad”, señalan los expertos en inteligencia emocional.

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