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jueves, febrero 23, 2017

LOS 18 TIPOS DE FANTASIAS SEXUALES

Las fantasías eróticas son aquellas cuyo contenido se centra en lo sexual. En lo demás no se diferencian de cualquier otro tipo de fantasía, como la que lleva a una mujer a soñar que es una bailarina clásica o a un varón con ser el goleador de su equipo, por sólo mencionar dos estereotipos.

La imaginación nos permite transportarnos, sin ningún costo adicional, a situaciones deseadas o prohibidas. Desde la niñez, las fantasías son el vehículo de nuestros más ocultos deseos, algunos inocentes y otros no tanto.

Si bien es cierto que el desconocimiento, la falta de respuestas o la represión son grandes generadores de fantasías, de ningún modo debe pensarse que todas son la consecuencia de una limitación o carencia afectiva y sexual. Muchas personas recurren a ellas como un factor de enriquecimiento de su vida amorosa.
Los distintos tipos

Podríamos intentar tipificar algunas fantasías eróticas para facilitar su comprensión y, a la vez, disminuir la angustia de muchas personas que se alarman cuando las tienen porque se sienten como perversos, anormales o enfermos, en lugar de aceptar que los sueños, utopías, delirios y vuelos imaginarios son universales:

1) Las fantasías que ayudan a excitarse: responden a un placer de tipo narcisístico, pues quien las produce no persigue otra finalidad que regodearse imaginándolas.

2) Las fantasías que sirven para masturbarse: aquí entra en juego un otro. Se conciben situaciones, personas y lugares con el fin de lograr una excitación que será liberada a través del acto masturbatorio.

3) Las fantasías que suplen carencias: comunes a algunas personas solteras/os, maduras/os, viudas/os y gerontes (tercera edad) de ambos sexos.

4) Las fantasías que permiten realizar el coito o sirven como ingrediente: hay personas que no pueden tener actividad sexual si no encienden sus fantasías a través de material gráfico o audiovisual y otras aderezan el encuentro fantaseando determinadas situaciones, inclusive pensando en otra persona que no es su pareja.

5) Las fantasías compartidas con la pareja que procuran aumentar la pasión: pueden incluir juegos donde se interpretan escenas, lugares, personajes o roles diferentes.

6) Las fantasías sadomasoquistas: en ciertos casos, aparece la necesidad de lastimar, de infligir castigos, o de ser castigados.

7) Las fantasías de prostitución: pueden llegar a estimular y excitarse, pero también pueden actuar como inhibitorias (“si yo tengo muchos orgasmos: ¿en qué me voy a convertir?”, suelen pensar pacientes anorgásmicas).

8) Las fantasías de poder, de gran potencia o de dominio sexual.

9) Las fantasías de escenario: estar en un lugar exótico, en una playa en la arena o en el mar.

10) Las fantasías de la persona que se coloca en actitud de idolatría y adoración: es deseo exclusivo del varón y sus atributos.

11) Las fantasías voyeuristas: imaginan mirar a una dama o a un varón que se desviste o se masturba o a una pareja haciendo el amor. Una variedad, muy prevalente entre los varones, es de querer ver a dos mujeres teniendo relaciones sexuales entre ellas.

12) Las fantasías exhibicionistas: consisten en mostrar su cuerpo o los genitales o masturbarse delante de otras personas que las desean.

13) Las fantasías “colectivas”: representan el deseo de intercambio de parejas o de sexo grupal.

14) Las fantasías de contexto variado: imaginar una situación determinada e incluso prohibida, por ejemplo, jefe-empleado, alcoholizados, con una persona dormida o inconsciente, fetichismo de pies, relatos eróticos, etc.

15) Las fantasías que giran en torno a personas o personajes: en general tienen que ver con damas o varones inaccesibles, como la pareja de las amistades, los compañeros de trabajo o un personaje famoso. Las estadísticas revelan que la mayor parte de las fantasías se dan con personas conocidas o allegadas.

16) Las fantasías preparatorias: hay personas que se obsesionan esperando el primer encuentro sexual con una nueva pareja. Estas fantasías sirven para calmar la angustia.

17) Las fantasías que incluyen variantes: la persona se imagina con otras dos personas, orgías grupales, uso de objetos y ayudas sexuales (dildos, vibradores, arneses) que no se atrevería a emplear en la práctica, con cambios de roles (por ejemplo que la mujer penetra a su compañero).

18) Las fantasías homosexuales: hay personas que las utilizan en sus encuentros heterosexuales o en sus actividades masturbatorias. Se refiere a heterosexuales que se excitan con historias donde mantienen relaciones sexuales con otras personas de su mismo sexo o en las que otras personas poseen a sus compañeros. Esto no deberá parecer tan extraño, ya que en muchos seres humanos pueden aparecer sueños o fantasías homoeróticas. No por soñar con un juego amoroso con alguien del mismo sexo eso las define como homosexuales.

Sin lugar a dudas, el sexo se enriquece con las fantasías. Por supuesto, las personas deberían tener una vida sexual, en lo real, lo suficientemente intensa e interesante como para que las fantasías funcionen como complemento o ingrediente, sin llegar nunca a sustituirla. También suelen ser un antídoto contra la rutina sexual.

Extractos del libro “Derecho al goce” (ediciones Lea), del doctor Adrián Sapetti, médico especialista en psiquiatría, psicoterapeuta y sexólogo. Es miembro de la Academia Internacional de Sexología Médica (AISM) y miembro directivo de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH), entre otras instituciones.

Fuente: Clarín

miércoles, mayo 27, 2009

MASTURBACION Y AUTOEROTISMO

El autoerotismo se refiere a la obtención de placer sensual, esto es a través de alguno(s) de los cinco sentidos: tacto, gusto, olfato, vista, oído y o usando la imaginación, hasta llegar a sentir gratificación de tipo sexual.

Conductas autoeróticas son:
  • leer libros que relatan experiencias íntimas de parejas
  • mirar escenas eróticas en películas
  • recordar un encuentro placentero con alguien
  • saborear cierto tipo de comidas o vinos antes de tener un encuentro sexual
  • escuchar música romántica
  • excitarse con un perfume
  • mirar fotos de cuerpos semi o desnudos
  • tocarse zonas erógenas del cuerpo, etc.

La masturbación es un concepto de autoerotismo más restringido, que se refiere más bien a la obtención de placer sexual y orgasmo, a través de la estimulación de los genitales, unida pero no siempre, al uso de la imaginación. Algunos le llaman hacer el amor con uno mismo.

Desde épocas victorianas, siglo XIX e inicios del siglo XX, y alentado por algunas religiones, la masturbación ha sido vista como algo perverso, inmoral, sucio y dañino para la salud. Sin embargo en el último siglo, la ciencia médica, la psiquiatría y la psicología se han encargado de desmentir estos mitos o creencias. No existe ninguna evidencia científica ni médica, de que la masturbación dañe la salud física o mental : ni hace crecer pelos en la palma de la mano, ni encoge los genitales, ni afecta al crecimiento. Sin embargo, las personas que han crecido en un ambiente conservador o religioso, pueden experimentar sensaciones de culpa, durante o después de la misma.

CABE SEÑALAR QUE EL EXCESO EN LA MASTURBACION, COMO TODO EXCESO EN LA VIDA, PUEDE RESULTAR PERJUDICIAL.

Hoy en día, sabemos que la masturbación es un acto normal y saludable en cualquier ser humano, que se da en personas de ambos sexos, de todas las edades, culturas, razas, religiones y que no causa ningún tipo de daño físico o psicológico. Es más, la masturbación inicia el aprendizaje sexual humano, es 100% sexo seguro, ya que no provoca enfermedades de transmisión sexual, no existe el riesgo de embarazo y protege del mortal SIDA.

La masturbación se da en ambos géneros, aunque es practicada en forma más frecuente por hombres, debido a factores biológicos como la conformación de los genitales masculinos y a la rapidez con que la erección refleja la excitación sexual. Puede iniciarse en la infancia y ocurrir en la adolescencia, la adultez y aún en personas de tercera edad. Es sabido que se incrementa en la adolescencia, ya que por efecto biológico y hormonal, en esa etapa aumenta la pulsión sexual. Otro punto importante es que a través de la masturbación aprendemos a conocer nuestro cuerpo y a explorar nuestra sexualidad, lo cual nos ayuda a funcionar mejor sexualmente con nuestra pareja.

La masturbación es una práctica de decsarga sexual necesaria, a la cual recurren personas que no pueden tener pareja, con defectos físicos, discapacitadas, con disfunciones sexuales, con obesidad mórbida, que están privadas de libertad, alejadas temporalmente de una pareja estable, soldados acuartelados, o miembros de algunas Iglesias, que exigen el celibato.

Si bien es reconocido que hombres y mujeres obtienen su primeros orgasmos a través de la masturbación y no de un coito, en el devenir de los tiempos esta ha sido considerada una práctica más bien masculina, fundamentalmente debido a la influencia de factores culturales, que han ido cambiando en los tiempos modernos, donde la mujer considera uno más de sus derechos, la obtención de placer sexual, con pareja o sin ella.

La masturbación es una gran herramienta de aprendizaje, les enseña a las mujeres sobre su cuerpo, y como éste responde a la estimulación sexual. Para muchas mujeres normales y sanas, este es el modo primario o único de experimentar el orgasmo. Muchas mujeres experimentan sus orgasmos más intensos mientras se masturban, porque ésta les provee la estimulación mental y física ideales que necesitan, sin tener que preocuparse por las necesidades de otra persona. Esta práctica también puede ayudar a aliviar estrés y dolores menstruales, liberar la tensión sexual y puede funcionar muy bien, cuando se están teniendo problemas de insomnio. La mujer tiene la oportunidad de explorar su cuerpo, sintiendo al mismo tiempo, un alto grado de libertad sexual.

En el mundo existen muchas mujeres adultas solas, por soltería, separación o divorcio, abandono del marido, viudez, no tener como ideal el modelo tradicional del matrimonio con hijos, un preocupante aumento de la homosexualidad masculina, falta de hombres solos, ya que éstos se emparejan prontamente, temor a las ETS o al SIDA, etc. por lo cual hacer el amor con ellas mismas, les da la oportunidad de liberar tensión sexual, cuando sienten la necesidad de hacerlo y experimentar placer sexual sin depender de una pareja.

SITUACIONES

En las siguientes situaciones, la masturbación tanto masculina como femenina puede estar reflejando alguna alteración de tipo psico-sexual, que requiere tratamiento psicológico:

- Cuando antes o después de practicarla, se tienen intensos sentimientos de culpa, preocupación o arrepentimiento.
- Cuando sustituye la búsqueda de una pareja, en personas que ya pasaron la pubertad.
- Cuando ocurre en forma obsesiva o compulsiva y aleja a la persona de las actividades normales propias de su edad, le obliga a salir de su rutina diaria para poder masturbarse o interfiere con sus actividades sociales.
- Cuando estando en pareja se la prefiere a tener relaciones sexuales, ocasionando frustración y sensación de exclusión al otro.
- Cuando la persona se masturba después del coito, porque siente que no logró el placer deseado.
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